(«Esfuércense en la causa de Dios como es debido. Él los eligió (para que sigan su religión) y no les prescribió nada que no puedan cumplir. Esta es la religión monoteísta de su padre Abraham, él los llamó musulmanes anteriormente y también fueron llamados así en ésta revelación, para que el Mensajero fuera testigo (de sus obras) y ustedes sean testigos ante la humanidad (de la llegada de los Profetas anteriores). Cumplan con la oración, paguen el Zakat y aférrense a Dios, pues Él es su Protector. Qué excelente Protector y qué excelente Defensor». (Corán 22:78)

El Yihad es un concepto hermoso, que aún es sumamente malentendido. La palabra árabe «Jihad» se deriva de la raíz de la palabra «Jahada» que significa: esforzarse, esmerarse, dedicarse, empeñarse, luchar, perseverar y defender; todos estos diferentes términos se usan para describir la palabra Yihad.     

Dios dice en el Corán, libro sagrado de los Musulmanes:

«Creyentes ¿Quieren que les enseñe un negocio que lo salvará del castigo doloroso? Este buen negocio es que crean en Dios y en su Mensajero, contribuyan por la causa de Dios con sus bienes y con sus seres, pues ellos es lo mejor para ustedes. Si supieran» (Corán 61:10-11)

¿Es el Yihad una Guerra Santa?

No. Definitivamente no. El Yihad nunca debería ser confundido con una Guerra Santa. Esta es una idea que no tiene lugar en el Islam. El concepto de Guerra Santa no existe en ninguna parte del Corán, ni tampoco se encuentra en ninguna de las enseñanzas islámicas clásicas. Este es un concepto nuevo introducido en la época de las Cruzadas, durante la que se libró una “Guerra Santa” en contra de los musulmanes “infieles” en la tierra santa.

Contrariamente a la opinión popular, el Yihad no es un medio para forzar el Islam en otras personas. Nunca debe ser considerado como un movimiento proselitista ni de expansión. Sin embargo, históricamente e incluso en estos tiempos, algunos musulmanes lo han tomado como tal. Esta distorsión del concepto virtuoso del Yihad se contradice totalmente con las auténticas enseñanzas islámicas.

El Yihad es el noble esfuerzo por mejorar con uno mismo, con nuestra familia y comunidad, con nuestra nación y con el mundo en general. El Yihad es la lucha que una madre experimenta durante el embarazo, el parto y la crianza de su niño; son los años de arduo trabajo que pone un estudiante para su educación, es el sacrificio que hace un bombero cuando arriesga su vida para salvar otra y es la valentía que tiene un soldado en el campo de batalla en defensa de su vida, su país, su libertad y sus creencias.

¿Por qué muchas veces el Islam es malinterpretado? 

En este mundo agitado, el Islam suele estar en primera plana; muchas veces por la razones equivocadas. El propósito del Islam es alcanzar la paz; no obstante, algunos han tomado esta forma de vida pacífica y la han apropiado convirtiéndola en algo violento. Han distorsionado sus creencias por beneficios personales y políticos. Ver una fe a través de eventos terroristas mundiales y juzgarla por las acciones de unos pocos que carecen de guía, es la razón fundamental de porqué el Islam es muchas veces malinterpretado.

Algunas veces, el Islam es tergiversado intencionalmente. Algunos políticos, líderes religiosos y medios de comunicación han encontrado una víctima propiciatoria ideal en el Islam. Mediante la asociación del  Islam con actos inhumanos de unos cuantos, han logrado tener éxito al atraer a un gran número de personas para que voten por ellos, donen a sus ministerios, lean sus periódicos, miren sus programas de televisión y escuchen sus programas de radio.  

Sin embargo, con un número creciente de Musulmanes que alzan su voz en contra de estas mentiras, la pacífica y verdadera naturaleza del Islam es cada vez más evidente. Los Musulmanes se están levantando en contra del terrorismo, de la persecución y de la matanza de inocentes, y en contra de aquellos que cometen tales injusticias en nombre de cualquier fe.

El propio término «Islam» tiene su origen en la palabra árabe «paz». Una quinta parte de la población mundial reclama esa paz como el estilo de vida han elegido.

El Islam y Otras Creencias

El Corán establece inequívocamente: «No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferencia del desvío…»

La libertad de conciencia es un principio fundamental del Islam. La verdad solo puede ser vista, si no está enturbiada por coerción. Por lo tanto, la protección de los derechos de los no musulmanes es un parte intrínseca de la Ley Islámica. 

La historia nos brinda muchos ejemplos sobre el respeto de los musulmanes hacia otras creencias.   Por ejemplo, antes de la inquisición española, por muchos siglos tanto Judíos como Cristianos vivieron y prosperaron en España bajo el gobierno musulmán. Otro ejemplo muy conocido es cuando Omar, el segundo líder musulmán después del Profeta Muhammad, entró a Jerusalén y se rehusó a orar dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, puesto que le preocupó el hecho que en el futuro algún musulmán demasiado entusiasta destruya la Iglesia y construya una Mezquita en su honor. 

El Profeta Muhammad (la paz sea con él) dijo:
"En el Día de la Resurrección discutiré con cualquiera que haya oprimido a una de las personas del convenio (Judíos o Cristianos), o que haya violado sus derechos o que lo haya agobiado más allá de sus posibilidades, o que haya tomado algo de él en contra de su voluntad."

¿Qué dice el Islam sobre la Guerra?

El Islam permite luchar en defensa propia, en defensa de la fe de la persona, o por aquellos cuyos derechos han sido violados. El Islam establece regulaciones estrictas de combate que incluyen la prohibición de atacar civiles, de destruir cultivos, árboles y ganado. El terrorismo, la matanza indiscriminada a través de medios como bombardeos suicida, armas de destrucción masiva; tortura y humillación como tácticas de guerra, y la mutilación y falta de respeto hacia los cuerpos de quienes han fallecido; están totalmente prohibidos en el Islam. 

Solo se permite luchar después de haber tratado de resolver el conflicto por todos los medios pacíficos posibles. De acuerdo a como los musulmanes lo entienden, la injusticia triunfaría en el mundo si las personas buenas no están dispuestas a luchar por un causa justa.

Dios nos dice en el Corán:
«Se les ha permitido (combatir a los creyentes) que son atacados, porque son víctimas de una injusticia. Dios tiene el poder para socorrerlos. Ellos fueron expulsados injustamente de sus hogares solo por haber dicho: «Nuestro Señor es Dios». Si su Dios no se hubiera servido de algunas personas para combatir a otros, se hubieran destruido monasterios, iglesias, sinagogas y mezquitas, en donde se recuerda frecuentemente el nombre de Dios. Dios socorre a quien se esfuerza denodadamente por Su religión. Dios es fuerte y Poderoso» (Corán 22;39-40)

¿De qué manera el Islam garantiza los derechos humanos?

De acuerdo al Corán, Dios creó a toda la humanidad por igual, y le ha concedido a cada uno el derecho de seguir su propio destino. La vida, el honor, y la propiedad de cualquier persona son considerados sagrados, independientemente de si es musulmán o no. El racismo, el sexismo y los prejuicios hacia otras personas son inaceptables en el Islam. En el Corán, Dios nos habla de la igualdad humana en esta forma: 

«Oh, Seres humanos. Los he creado a partir de un hombre y una mujer, y los congregaré en pueblos y tribus para que se reconozcan los unos a los otros. El mejor de ustedes ante Dios es el de más piedad. Dios todo lo sabe y está bien informado de lo que hacen» (Corán 49:13)

El derecho a la vida es el derecho más básico de todos los derechos humanos; en el Corán la matanza injusta de una persona equivale a como haber matado a toda la humanidad.

«Quien mata a una persona sin que esta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la tierra, es como si matase a toda la humanidad…» (Corán5:32)

Tratar de manera equitativa y proteger los derechos de cada individuo es la base de la sociedad musulmana. Así es como Dios nos enseña en el Corán.

(«¡Oh, creyentes! Sean responsables de los preceptos de Dios. Sean justos cuando den testimonio. Que el rencor que sienten no los conduzca a obrar injustamente. Sean justos y equitativos porque eso es lo más cercano a la piedad. Y tengan temor de Dios, porque Dios está bien informado de lo que hacen» (Corán 5:8)