Qios le tiene reservado Su perdón y una gran recompensa a los musulmanes y las musulmanas, a los creyentes y las creyentes, a los piadosos y las piadosas, a los justos y a las justas, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a las humildes, a los que hacen caridades y a las que hacen caridades, a los que ayunan y a las que ayunan, a los pudorosos y a las pudorosas, a los que recuerda frecuentemente a Dios y a las que recuerdan frecuentemente a Dios». (Corán 33:35)
De una pequeña gota que se convierte en un embrión, nacen las niñas para ser parte honorable del Plan de Dios. Dios nos dice en el Corán, libro sagrado de los musulmanes:
«¡Oh, Seres humanos! Tengan temor de su Señor, Quien los ha creado de un solo ser, del que creó a su cónyuge e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Tengan temor de Dios, en cuyo nombre se reclaman sus derechos, y respeten los lazos familiares, Dios los observará» (Corán 4:1)
La Primera Mujer
De acuerdo al Corán, había un jardín del Edén. También había un árbol prohibido, pero sin manzana ni serpiente, y ciertamente no solo la culpa fue de Eva. Ambos pecaron al mismo tiempo, tanto Adán como Eva. Sintieron vergüenza, se arrepintieron y ambos fueron perdonados. Dios los eligió enseñándoles el camino hacia Él.
«Quien cometa un pecado lo hace en detrimento propio, y nadie cargará con los pecados ajenos…» (Corán 6:164)
(«Al creyente que haga obras de bien, sea hombre o mujer, ingresará al Paraíso y no se les privará de su recompensa en lo más mínimo»
El único propósito de existencia tanto de los hombres como de las mujeres, es adorar a Dios a través de la fe y de las buenas acciones, cumpliendo con sus responsabilidades de ser fideicomisarios y testigos honorables de Dios en la tierra.
¿Son iguales los hombres y las mujeres?
Sí, definitivamente. El Islam enseña la igualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, en algunos países y sociedades musulmanas domina una cultura patriarcal y se les niega a las mujeres los derechos que Dios les ha dado. En ninguna parte del Corán afirma que un género es superior a otro. Dios deja en claro que los únicos criterios para la superioridad son la piedad y la justicia, virtudes que Él solo puede juzgar.
«¡Oh humanidad! Hemos creado varón y mujer y hemos hecho naciones y tribus para que se conozcan unos con otros. Verdaderamente, el más honrado de ustedes ante los ojos de Dios es el más grande de ustedes en la piedad. Dios es Omnisciente, Conocedor» (Corán 49:13)
El Islam reconoce a las mujeres como personas con derechos específicos. Entre ellos destacan: el derecho a la vida, el derecho a aprender, el derecho a ganar, poseer y a disponer de la propiedad; el derecho a escoger un esposo; el derecho a un regalo de matrimonio; el derecho a conservar su apellido de soltera; el derecho, como esposa, a una calidad de vida antes del matrimonio; el derecho a solicitar el divorcio; el derecho a heredar; y el derecho a un testamento o voluntad final. Las mujeres al igual que los hombres, son recompensadas por Dios por llevar una vida con justicia.
¿El Islam permite que la mujer participe en la vida pública y en la política?
Desde luego. El Islam no solo promueve, sino que también pone responsabilidades sobre las mujeres (y los hombres) de usar sus conocimientos para el bien, previniendo el mal como los fideicomisarios de Dios en la tierra.
«Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakat y obedecen a Dios y a su Mensajero. De ellos Dios tendrá misericordia. Dios es Poderoso, Sabio» (Corán 9:71)
Varios versos del Corán relatan historias de pensadoras y activistas, entre ellas: María, la madre de Jesús; Belkis, la reina de Saba que gobernó con justicia y creyó en un Único Dios; Asiya, la esposa del Faraón que salvó al Profeta Moisés. La historia también nos enseña de muchas mujeres como: Aisha, la sabia filósofa y maestra esposa del Profeta, quien enseñó a las personas diariamente por más de 50años; y Zubayda, la famosa constructora de un sistema de acueducto para los peregrinos musulmanes.)
En el primer estado Islámico en Medina, el Profeta Muhammad les pidió a las mujeres individualmente jurar fidelidad (un voto por persona) al Islam y a su guía. En esa época al igual que en la actualidad se esperaba que las mujeres asuman el papel que legítimamente les corresponde como iguales en la sociedad.
Hoy en día, la mujer musulmana trabaja por el bien público como activistas, artistas, negociantes, líderes, eruditas, científicas, trabajadoras sociales y maestras. Las mujeres musulmanas sobresalen en todas las áreas y no por sus convicciones religiosas, sino gracias a ellas.
«De entre Sus signos está haber creado cónyuges entre ustedes para que encuentren sosiego, y dispuso entre ustedes amor y misericordia. En ello hay signos para quienes reflexionan» (Corán 30:21)
El Matrimonio, esposas y esposos
El matrimonio se basa en el amor y respeto mutuo. El matrimonio Islámico es un contrato sagrado entre una mujer dispuesta y un hombre dispuesto. No puede ser forzado y cada miembro es libre de incluir sus propios términos. La novia mantiene su apellido paterno y el regalo matrimonial que le entrega el novio. Un matrimonio islámico se complementa con festividades públicas y con las costumbres de los novios.
El esposo y la esposa se protegen entre sí. Son compañeros por igual y mejores amigos, permaneciendo fiel el uno con el otro.
El esposo provee, mantiene, protege y es el responsable de la familia. El cumple sus obligaciones con amabilidad y consultando a su pareja. Mientras que la esposa no está obligada a compartir sus propias riquezas o ganancias, pero si desea ayudar por voluntad propia con los gastos familiares a su esposo, puede hacerlo. Ambos esposos trabajan juntos en la casa, cocinando, limpiando y criando buenos hijos.
Si la pareja no puede vivir el uno con el otro de manera pacífica, se permite un divorcio amigable como último recurso. La madre tiene prioridad en la custodia de los niños pequeños.
El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: «Traten bien a las mujeres y sean amables con ellas, ellas son sus compañeras y ayudantes comprometidas.»
«Le he ordenado al ser humanos hacer el bien a sus padres. Su madre lo lleva en el vientre soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sean agradecidos conmigo y con sus padres, pero sepan que ante Mí comparecerán al final » (Corán 31:14)
La Maternidad
Las madres ocupan un lugar especial de respeto y honor en el Islam. Un hombre se acercó al Profeta Muhammad y le preguntó «¡Oh Mensajero de Dios! ¿Quién de entre todas las personas es más digno de mi compañía? » El Profeta respondió: «Tu madre». Luego el hombre preguntó ¿Quién le sigue?, El Profeta respondió de nuevo: «Tu madre». El hombre repitió la pregunta por tercera vez y recibió la misma respuesta. Luego preguntó nuevamente y el Profeta respondió «Tu padre.»
Esta y otras referencias en el Corán, así como otras incidencias en la vida del Profeta indican claramente el estatus elevado que se les ha dado a las madres en el Islam. Un musulmán ve a su madre como un ícono de fuerza y coraje, atenuado con amabilidad, compasión y amor.
La vestimenta de la mujer y la modestia
Las mujeres musulmanas se visten de una manera modesta y digna. El propósito de la ropa no es solo protegerse a sí mismas de los elementos físicos, sino también de la inmoralidad y el orgullo. El concepto de vestimenta se aplica tanto para la mujer como para el hombre. Se establece previsiones morales y respetuosas en la interacción entre los diferentes sexos. Como resultado, tanto el hombre como la mujer se liberan de sus instintos básicos y pueden concentrarse en propósitos mayores. La vestimenta islámica adopta muchas formas hermosas, reflejando la diversidad cultural de los musulmanes de todo el mundo.
Cómo protege el Islam a las mujeres de la violencia?
Islam significa alcanzar la «Paz»; se consigue esta paz cuando una persona se enfoca en Dios, entregando toda su alma, mente y corazón a su Creador. Esto la libera de la subyugación humana, reemplazando el temor con autoestima, debilidad con fuerza, conflicto con tranquilidad. Dios dice en el Corán «...no teman a la gente, sino que tengan temor de Mí» (Corán 5: 44)
El Islam prohíbe la opresión y la crueldad hacia cualquier individuo, grupo o ser vivo en el Universo. Dios nos ordena buena conducta hacia las mujeres desde su nacimiento hasta su muerte. La violencia verbal, psicológica, emocional, sexual o física están prohibidas, al igual que las mentiras en contra de la castidad y el honor de las mujeres. Los hombres deben recordar que «... no las perjudiquen con ánimo de molestarlas» (Corán 65:6)
El Profeta Muhammad dijo: «Solo un hombre de bien trata a las mujeres con honor e integridad. Y solo un hombre falso, deshonesto y ruin humilla e insulta a las mujeres» Refiriéndose al abuso físico, añadió: «Nunca golpees a tus esposas, son tus compañeras y ayudantes sinceras». El ejemplifico esto para que nunca jamás se golpee a una mujer o a un niño. El profeta Muhammad garantizó la protección de la vida, el honor y la propiedad de la mujer.
«¡Que les impide combatir por la causa de Dios, habiendo hombres, mujeres y niños oprimidos que imploran! ¡Señor Nuestro, sácanos de esta ciudad de opresores! Concédenos por tu gracia quien nos proteja y socorra» (Corán 4:75)
¿Qué piensan los Musulmanes de María, la madre de Jesús?
Los Musulmanes respetan y admiran a María, la madre del Profeta Jesús (que la paz y las bendiciones de Dios estén con ellos), es la única mujer cuyo nombre se menciona en el Corán y hay un capítulo entero dedicado a ella. Es un ejemplo ideal de femineidad: un pilar de fuerza y coraje; inteligente y sabia; compasiva y amable.
María proviene de la familia de Imran, un descendiente de Aarón, el hermano de Moisés. Ella creció bajo el cuidado de su tío, el Profeta Zacarías, quien era un sacerdote en el templo y padre de Juan el Bautista. Dios menciona a María en el Corán de la forma más honrada diciendo:
«Los ángeles dijeron: ¡Oh María! Dios te ha elegido por tus virtudes y te ha purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del mundo…
¡Oh María!, Dios te albricia con palabra (¡Sea!), y será conocido como el Mesías Jesús, hijo de María. Será noble en esta vida y en la otra, y se estará entre los próximos a Dios. Hablará milagrosamente a la gente desde la cuna y predicará siendo adulto. Será de los virtuosos”
Dijo María: «¡Señor Mío! ¿Cómo he de tener un hijo si no me ha tocado un hombre? Dios respondió; «¡Así será! Dios crea lo que Él desea. Cuando dice algo solo dice ¡Sea! y así es» (Corán 3:42, 45-7))
Además el Corán dice refiriéndose a María:
«Cuando se sintió embarazada, decidió retirarse a un lugar apartado. Los dolores de parto la llevaron junto al tronco de una palmera. Exclamó: ¡Ah!, Preferiría haber muerto antes que esto, y así hubiera sido olvidada completamente. Entonces el ángel la llamó desde abajo del valle: «No estés triste, tu Señor ha hecho fluir debajo de ti un arroyo. Sacude el tronco de la palmera y caerán sobre ti dátiles frescos. Come, bebe y anímate. Pero cuando veas a alguien dile: “He realizado un voto de silencio al Compasivo y no hablaré hoy con ninguna persona».
Se presentó ante su pueblo llevándolo en brazos (a Jesús). Le dijeron: « ¡Oh, María, has hecho algo abominable! ¡Tú desciendes de Aarón! Tu padre no era un hombre deshonesto, ni tu madre una fornicadora» Ella lo señaló (al niño), y entonces le dijeron « ¿Cómo vamos a hablar con un niño que aún está en la cuna? » Entonces (Jesús) habló: «Soy un siervo de Dios. Él me revelará el Libro y hará de mí un Profeta. Seré bendecido dondequiera que me encuentre, y me ha encomendado hacer la oración, dar caridad mientras vida, honrar a mi madre y no ser arrogante ni insolente. ¡Y la paz esté conmigo, el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado! » ?)(Corán 19:22-33)